Pimiento Choricero

PIMIENTO CHORICERO








El pimiento choricero es una variedad de pimiento rojo de la especie capsicum annumum. El consumo de este pimiento está extendido a toda España, aunque está más arraigado en la zona norte, en donde muchos platos tradicionales cuentan con el pimiento choricero como ingrediente “imprescindible”; como ejemplo podemos citar el Bacalao a la Vizcaína, o cualquier otro plato que se elabore con salsa a la vizcaína, las patatas a la riojana, el Sukaki, los caracoles a la vizcaína…etc.

El pimiento choricero se conserva seco, así se dispone de él todo el año. El haberlo utilizado en nuestras recetas o no, con seguridad hemos visto en los mercados tradicionales de alimentos y fruterías en la península ibérica, siempre colgados en grandes ristras. Son pimientos grandes, anchos y alargados y en ningún momento debemos confundirlos con otros pimientos secos como la ñora (muy utilizada en Cataluña y Murcia) ni intercambiar uno por el otro en las recetas, pues cada uno tiene sus características específicas.

Los usos más comunes del pimiento choricero son los guisos tradicionales; también se incorporan en la elaboración de algunos embutidos, tal y como son los pimientos secados al aire. Para recuperar la pulpa es necesario prehidratarlos, basta con poner los pimientos en agua de un día para el otro, o unas horas antes de cocinar. Luego con la ayuda de una cuchara, separar la pulpa de la piel, y es esa pulpa la que utilizaremos para incorporar en nuestros platos.

Para tenerla siempre a mano, también se comercializan industrialmente bajo el nombre de pulpa de pimiento choricero. Es una pulpa que siempre se puede tener en la despensa, y cualquier guiso pudiese ser aderezado con una cucharadita de esta pulpa la cual añadirá un aporte exquisito.

Si se utiliza la pulpa de pimiento choricero en conserva, hay que recordar que una vez que se abra el frasco, y para que se conserve mejor hay que refrigerarlo y cubrir la superficie con una capita de aceite de oliva.

Este pimiento es ideal para papas, carnes (pollo, ternera, conejo, cerdo, etc.), a los pescados, a las recetas de salsa, al arroz, las legumbres y a los guisos en general.